Presupuestos 2021: políticas sociales y reactivación económica para mitigar los efectos de la crisis pandémica
El presupuesto para 2021 se proyecta en tres pilares: políticas sociales, políticas medio ambientales y el mantenimiento del espacio público y la seguridad ciudadana. El primero de ellos se centra en afrontar las nuevas dificultades causadas por la pandemia y por la parálisis económica que está causando. Son momentos complicados para los que menos tienen, para los más vulnerables, por ello, esta es, igual que ha sido en 2020, la actividad fundamental del Ayuntamiento.
Centrándonos en dos cuestiones básicas, por una parte, las medidas para mitigar el impacto de la pandemia, sostenidas en garantizar la prestación de los servicios públicos básicos sin disminuirlos, y en la dotación de acciones destinadas a la protección social; y la otra, en conseguir que la reactivación económica llegue lo más pronto posible, aunque eso es difícil de prever en estos momentos, porque no vemos todavía el final de las actuales restricciones, ni su alcance en la destrucción de empleo y actividad económica.
En el área social, ampliaremos nuestros servicios de apoyo social, en la atención a la infancia y la adolescencia, complementando ayudas alimentarias, material escolar, actividades extraescolares y de verano; en atención a la dependencia; en promoción del envejecimiento activo, prevención de la soledad; para evitar desahucios, abordando situaciones de emergencia habitacional y pobreza energética; y el apoyo económico a entidades sociales que colaboran con el Ayuntamiento en acciones de prevención de la vulnerabilidad social. No se reduce nada de lo que es esencial, porque vamos a tener que afrontar una crisis y paliar, en la medida de lo posible, sus consecuencias para el bienestar de las personas, que como vimos en 2009, sin una red de protección social mínima, corren el riesgo de hacerse crónicas, destinando casi 4,5 millones de euros. Y además contaremos con un Fondo de Contingencia Social, dotado con un millón de euros para poder hacer frente a situaciones imprevistas.
Por lo que respecta a la reactivación económica, el año pasado empezamos a desarrollar proyectos importantes de ayuda directa al comercio y a la pequeña y mediana empresa, como ha sido, dentro de nuestras capacidades, la suspensión o aplazamiento de algunas tasas o la tarjeta monedero que se puso en circulación en septiembre. Este año continuaremos por ese camino, en estos momentos ya se ha aprobado no cobrar el primer semestre de la tasa relativa a las terrazas de hostelería. Hemos congelado la presión fiscal, lo que supondrá obtener menos ingresos para afrontar un momento que necesita de recursos económicos, por eso confiamos en nuestra capacidad de gestión para obtener recursos externos que nos ayuden a seguir esta línea e implementarla, para mitigar los efectos de esta crisis pandémica.