Invertimos en personas y en familias

Hace pocos días, en las jornadas sobre la pobreza que organizó el Ayuntamiento en el Auditori, la principal conclusión era preocupante: hay una nueva pobreza, conformada por un número relevante de familias que ha ido subsistiendo durante la crisis, pero que ve como sus recursos y ahorros se agotan, y las anclas que podían suponer ciertas garantías del estado del bienestar han sido desmanteladas. Familias en las que nadie tiene trabajo, personas mayores que son el apoyo económico de sus hijos y nietos... No deberían ser estadísticas, son nombres y apellidos.
Son hechos, como el aumento importante de las ayudas sociales que desde el Ayuntamiento gestionamos, cerca de un millón de euros el año pasado. Las prestaciones atienden a realidades muy duras que son las que cada día encuentran los profesionales de los servicios sociales. En infancia, para poder pagar becas comedor, por ejemplo; para garantizarles una comida caliente al día. A adultos, que abarca tanto ayudas de subsistencia, como vivienda o suministros; o para personas mayores, con problemáticas más específicas. Esas muy diversas realidades sumaron más de 3.600 beneficiarios durante el año pasado, y esas son personas que están entre nosotros, es un número más que significativo de nuestros vecinos y vecinas.
Otro tema que se puso sobre la mesa en las jornadas es el de la pobreza energética. Durante 2014 el Ayuntamiento de Cornellà destinó más de 96.000 euros a ayudas de este tipo, superando de largo los 50.000 del año anterior. Para 2015, se contará con la nueva aportación de 250.000 euros, del programa metropolitano de medidas contra la pobreza energética que ha impulsado el Área Metropolitana de Barcelona.
Otro grano de arena que hemos aportado, en una situación de limbo legal porque las administraciones responsables se desentienden, es la ayuda que han supuesto los planes de empleo en familias en riesgo de exclusión. Y pronto estará funcionando la nueva zona de huertos comunitarios, en Sant Ildefons, que también se ha planteado como una ayuda a estos colectivos.
Todos los esfuerzos, sin olvidar, por supuesto, el que realizan muchos voluntarios y entidades sociales, son bienvenidos, porque como decía al principio, no son estadísticas, son nombres y apellidos. A pesar de ello, el esfuerzo principal debe estar en construir recursos de futuro y construir empleo, en ser realistas y consecuentes.