Deportes

Prevención de lesiones en la reanudación de las competiciones

El deporte se ha tenido que adaptar a la nueva realidad mundial. Esta es una temporada completamente atípica, con paradas que nunca sabes cuándo pueden llegar porque no dependen 100% de ti. En todo este proceso, lo más importante es tener controladas las cargas de entrenamiento y conocer el estado en el que se encuentra tu equipo en cada momento. A partir de aquí se irá progresando en los entrenamientos para mejorar el rendimiento e intentar reducir el riesgo de lesión.

Durante la temporada nos hemos encontrado diferentes situaciones de detener los entrenamientos en las diferentes instalaciones debido a las restricciones impuestas o bien por estar en contacto con probables y/o positivos de COVID. Si el parón llegaba para estar en contacto con un caso positivo por COVID, eran al menos 10 días aislados sin poder entrenar; si el parón era porque el positivo eras tú mismo, hay que estar dos semanas; y si cerraban instalaciones, no tenías una fecha exacta de vuelta. La clave en todo momento, siempre que la salud y condiciones lo permitieran, es no parar. Hay que seguir trabajando en casa simulando, en la medida de lo posible, que estás en la pista. Hay que diseñar planes que permitan mantener las demandas de la competición.

Una vez las restricciones se redujeron y nos dejaron volver a las pistas, el retorno debe ser progresivo. Es aquí la importancia de intentar no parar de hacer ejercicio físico en casa para seguir estimulando el cuerpo. Esta falta de ejercicio físico provoca un gran desentrenamiento y puede causar lesiones en el principio. Por eso considero que la vuelta debería ser con entrenamientos sin oposición y oposición reducida, y poco a poco haber ido progresando hasta un nivel de complejidad y oposición de juego real. Esta idea se apoya con usar el sentido común: si llevas días sin hacer una serie determinada de gestos, no puedes esperar a estar en las mismas condiciones en las que te encontrabas antes de detenerse. Sobre todo, y muy importante, porque el riesgo de lesión aumenta exponencialmente.

Esta semana se reanudan las competiciones para los/las mayores de 16 años. Se debe resaltar la importancia de no sufrir obsesión por ganar o perder en la vertiente competitiva, ya que después de tanto tiempo sin competir cobra más importancia el no lesionarse y el volver a disfrutar del deporte. Por eso considero que es vital establecer una buena gestión de la semana, organizando los contenidos técnico-tácticos y físicos para llegar a en las mejores condiciones posibles. De esta manera conseguiremos alcanzar un estado óptimo en el partido y podremos optimizar el rendimiento y reducir el riesgo de lesión.

Influir en nuestros jugadores/as es esencial en el proceso de formación del deportista, mediante la enseñanza de hábitos saludables de sueño, alimentación, hidratación... Estos aspectos cobran mucha más fuerza a estas alturas, ya que las estructuras físicas posiblemente no estarán en su mejor momento. Además, realizar una activación correcta y eficiente antes del inicio de los partidos y/o entrenamientos, nos permitirá no poner en riesgo a los verdaderos protagonistas, los jugadores/as. Durante el partido es importante modular los minutos y buscar que todos/as participen y vuelvan a sentirse jugadores/as.

No hay una manera de saber cuántos minutos debe jugar cada integrante del equipo, pero es importante saber identificar cuando un jugador/a está llegando a su máximo para poder cambiarlo y de esta manera no pueda terminar de llegar la extenuación. Esto será determinante si queremos protegerlos de una posible lesión.

Por ejemplo, un equipo que tiene tres días de sesión de entrenamiento y partido el sábado, una buena planificación semanal sería: un primer día realizar una sesión de volumen pero con intensidad regulada (6-7 de percepción de esfuerzo sobre 10), un segundo día de intensidad por encima del volumen, sería el entrenamiento más "duro" de la semana (8-9 de percepción sobre 10) y el tercer día y previo a partido debería ser un entrenamiento más corto de juego intenso pero con pausas correctas sin llegar a la fatiga (5-6 de percepción sobre 10). En todas las sesiones sería muy adecuado introducir una buena activación (20-30 ') donde preparáramos al jugador/a para las demandas del entrenamiento.

La realización de un adecuado protocolo de activación es clave para el desarrollo de las sesiones. En esta activación debería haber una fase de implicación metabólica general (ejercicios de carrera, juegos...), una fase de implicación articular (estiramientos dinámicos, rotaciones, movilidad...), una fase de implicación de las capacidades físicas y condicionales (fuerza) y una fase de implicación kinestésica vestibular (acciones deportivas coordinativas, elementos básicos de aprendizaje...).

Queda claro que el retorno a la competición será complejo, sobre todo físicamente. No queda otra que medir esfuerzos, saber qué es lo correcto, no anteponer el ganar por encima de todo y saber disfrutar del juego.

Artículo escrito por:

Aitor Piedra (Nº Colegiado 59330). Graduado en Ciencias de la actividad física y el deporte (INEFC Barcelona) y Máster en Rendimiento Deportivo: Tecnificación y Alto Nivel (RETAN). Cornellá de Llobregat