Acciones de proximidad de la Guardia Urbana
La
Guardia Urbana de Cornellà tiene el cometido principal de velar por el
cumplimiento de las ordenanzas, por la seguridad de la ciudadanía y de
ordenación del tránsito a la ciudad. Pero además, gracias a la eficiencia de
sus miembros, en los últimos tiempos ha sobresalido por intervenciones en que
han evitado graves consecuencias para algunos ciudadanos.
En junio del año pasado ya fue notoria la actuación de una patrulla que asistió a un parto inesperado a la plaza de la Libertad, como se hizo eco el Cornellà Informa y diferentes medios de comunicación. Más recientemente, la actuación de un agente también ha resultado decisiva al hacer los primeros auxilios a un vecino de la ciudad que había sido víctima de un infarto. Trasladado posteriormente a un centro hospitalario, el equipo médico remarcó que la actuación de los agentes probablemente le había salvado la vida, hecho que el afectado ha agradecido expresamente.
También hace unas semanas, un agente fuera de servicio notó olor de humo saliente de un edificio. Con su intervención, consiguió alertar todos los vecinos y detectar de qué vivienda vendía el humo; al entrar, se descubrió que el propietario, una persona mayor, se había quedado dormido con una olla al fuego que había iniciado un pequeño incendio, que pudo ser sofocado sin que nadie sufriera lesiones.
La Guardia Urbana tiene la sede en el edificio de Can Nesga, al c. Rubió y Ors núm. 65.
En junio del año pasado ya fue notoria la actuación de una patrulla que asistió a un parto inesperado a la plaza de la Libertad, como se hizo eco el Cornellà Informa y diferentes medios de comunicación. Más recientemente, la actuación de un agente también ha resultado decisiva al hacer los primeros auxilios a un vecino de la ciudad que había sido víctima de un infarto. Trasladado posteriormente a un centro hospitalario, el equipo médico remarcó que la actuación de los agentes probablemente le había salvado la vida, hecho que el afectado ha agradecido expresamente.
También hace unas semanas, un agente fuera de servicio notó olor de humo saliente de un edificio. Con su intervención, consiguió alertar todos los vecinos y detectar de qué vivienda vendía el humo; al entrar, se descubrió que el propietario, una persona mayor, se había quedado dormido con una olla al fuego que había iniciado un pequeño incendio, que pudo ser sofocado sin que nadie sufriera lesiones.
La Guardia Urbana tiene la sede en el edificio de Can Nesga, al c. Rubió y Ors núm. 65.
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