La realidad de las zonas de ocio

La semana pasada, la zona de ocio nocturno de Famades ha vuelto a ser por desgracia fuente de noticias, primero porque una discoteca consiguió que el juzgado levantara el cierre impuesto por el Ayuntamiento, y seguidamente porque una pelea a sus puertas, acabó con la muerte de un joven.
Entrar en hasta donde llega la capacidad normativa y sancionadora municipal ante la ley o las disposiciones judiciales es muy complejo para explicarlo en unas líneas, de todas formas nosotros hemos actuado ejerciendo nuestras potestades, nunca las hemos aparcado, decretos de cierres, presencia de policía, denuncias, etc.
Quiero recordar de donde veníamos, porque a veces, el tiempo hace perder la perspectiva. En los años 90, teníamos que resolver el problema del ocio nocturno en la carretera de Esplugues, en el centro de nuestra ciudad, y decidimos trasladar esas actividades a la periferia, a la zona industrial, como también se hizo en muchas otras ciudades. Así nació esa realidad.
Esa decisión la tomamos pensando en primer lugar en nuestros vecinos, por supuesto. Es obvio que el traslado no hace desaparecer el problema, y también es obvio que ligados a las zonas de ocio siempre ha habido colectivos conflictivos, y ya tuvimos precedentes de situaciones violentas, como sucedió con la discoteca Blade.
Lo que está claro es que el ocio nocturno debe convivir pero no puede ir contra el descanso de los vecinos. Esa es la realidad, en nuestra ciudad y en todas partes. A los vecinos de esa zona siempre los hemos escuchado. Pero nos toca asumir y defender nuestras propias decisiones, porque eran las que considerábamos más razonables y ajustadas a la ley, a la vez que hemos puesto todo de nuestra parte para evitar las molestias.
La situación actual, tras los hechos de la semana pasada, es que hemos ordenado de nuevo el cierre de esta sala, por repetidos incumplimientos de la normativa de aforo; hemos vuelto a pedir a los Mossos de Esquadra que retomen la vigilancia en esa zona nocturna, que abandonaron en julio pasado, y que se había demostrado efectiva; y hemos convocado para la semana que viene una reunión extraordinaria de la Junta Local de Seguridad.
En definitiva, nunca hemos estado de brazos cruzados, aunque sea complejo tratar con estas realidades.