Lazos y ejemplos solidarios

El miércoles nos vimos con las familias que este año han acogido a ocho niños y niñas de los campos de refugiados del Sáhara Occidental, situados en Tindouf, Argelia. Se trata de una iniciativa en la que llevamos años colaborando y que pone un pequeño esfuerzo solidario con los más jóvenes, que tienen oportunidad de conocer realidades socioculturales diferentes y escapan del rigor del verano desértico donde viven. La realizamos en colaboración con la entidad Cornellà amb el Poble Sahrauí, y los pequeños también realizan actividades en los casals de verano de los esplais Mowgli y Gavina. Además, se les facilita una revisión médica a la que no pueden acceder durante el año.
Lo más importante es la experiencia que se llevan todos ellos, y que se llevan también estas familias colaboradoras, así como sus compañeros y monitores, y me lleva a reflexionar que, a pesar de que el idioma pudiera ser una barrera, estos niños y niñas lo pasan bien, son optimistas y debemos tener muy presente su realidad, que es mucho más dura de lo que muchos de nosotros podemos suponer.
Esta es una de las muchas facetas solidarias que se siguen sosteniendo en la ciudad, y otra es el esfuerzo de entidades y personas que desarrollan tareas voluntarias. Por ejemplo, en la campanya del “cop de calor” de este año, la Fundación para la Atención a las Personas Dependientes han contado con la colaboración de personal voluntario, movilizados a través del Punt de Voluntariat, que también participan en diferentes actividades de apoyo en la residencia Teresa Duran. A tener en cuenta, especialmente para las personas mayores, los consejos de esta campaña que se desarrolla hasta final de julio, especialmente si el mes que viene sigue haciendo calor, es importante tomar las precauciones necesarias ante las altas temperaturas.