Precariedad con un trágico final

Ayer, tristemente, nos dimos de bruces con una noticia trágica, el caso de un vecino que ante su inminente desahucio, y con la comitiva judicial y los Mossos en su puerta, se suicidó en la calle Camèlies del barrio de Sant Ildefons. Ante todo, lamento lo sucedido y quiero enviar mis condolencias a sus familiares.

El caso había llegado hace relativamente poco tiempo a los servicios sociales municipales, en marzo, y se estaba trabajando para darle una salida digna a su situación. Desde servicios sociales se informó al juzgado y se consiguió un primer aplazamiento. Más tarde solicitamos un segundo aplazamiento, a pesar de los nuevos informes presentados, y de que hacía falta tiempo para poder movilizar los recursos necesarios, no se atendió. Todo ello, a pesar de que el piso era propiedad de un banco, por lo que todavía no comprendemos ni compartimos el no haber intentado aplazar de nuevo el desahucio.